Recordando a Pocho. Manuel Doria.

Pocho fue un hombre que cambió y revolucionó los viejos sistemas del periodismo deportivo..Sin ser una figura dentro del campo, fue más famoso que cualquier crack.Con su tremenda capacidad creativa, una memoria fotográfica que le permitía realizar sus entrevistas sin grabadora, para transcribirlas luego con asombrosa facilidad.

Pocho con una sola nota podía llenar un estadio.Era el peruano más mundialista.Pocho siempre dio oportunidad a la gente joven.Si hay que recordar una leyendas nos viene a la cabeza únicamente en el periodismo deportivo…al gran Pocho.

Pocho vivía intensamente un partido de fútbol, de basquetbol, de voleibol y de cualquier otro deporte.Además tenía pasión por la hípica.Pero junto a todo esto había otro Pocho que se desenvolvía con singular soltura en el restaurante más caro y exquisito del mundo, que estaba en las primera fila de las mejores plazas de toros y que vibraba y se estremecía hasta lo mas hondo, escuchando a Los Embajadores Criollos a la incomparable Olga Guillot.

Pocho estaba siempre presente en los grandes espectáculos.En el Luna Park de Buenos Aires o en el Madison Square Graden de N.Y.En el Lido de Paris y el teatro Bolshoi de Moscú.En la Scala de Milán y en el Maracaná aplaudiendo la voz de Frank Sinatra.Ese era Pocho.

Vivía en realidad para el espectáculo y lo vivía como nadie.Intensamente con una pasión muy propia de su desbordante temperamento y de su robusta vitalidad.

Apasionado de la comida tenía en su nutrida agenda que guardaba en su increíble memorial lista de los mejores restaurantes del mundo.Ahí estaba „Alfredos“ en la vieja Roma,la Raya de Buenos Aires,en las Due Torri De Santiago de Chile donde decía que hacían las mejores Macedonias de frutas del mundo.

Y en el vetusto Valencia de la Gran Via de Madrid,donde se podía comer la mejor paella de Madrid.

Era un Gourmet refinado en toda la extensión de la palabra.Aunque poco amigo del vino y de las bebidas alcohólicas .

En lo deportivo fue hincha a muerte del SPORT BOYS del Callao.aunque prefería guardar en silencio este entrañable cariño a la gloriosa institución rosada a la que aprendió a querer desde los tiempos de Campo Alcalde y Titina Castillo y se acentuó luego cuando apareció el Tanque Valeriano López.

Pero,era tal su forma de ver el fútbol, que muchos lo creían hincha del Alianza lima o de la “U“,o del Sporting Cristal.POrque se compenetraba con todos los clubes y jamás tuvo una frase hiriente ni despectiva para ningún jugador.

Otro de sus ídolos era el “NENE“Cubillas,a quien dedicó una edición íntegra de su Revista OVACION cuando se retiró del fútbol.

También tenía un cariño especial para el gran Lolo Fernández y a él se debió que aquella tarde ya lejana de 1,952,el cañonero se despidiera del fútbol con tres golazos en el arco de Alianza Lima.Esa tarde no iba a jugar LOLOEl entrenador argentino José Cuesta lo había cuestionado y decidió que el juvenil Manuel Arce saliera de titular.Pero Pocho realizó una intensa campaña en la Tercera y el viejo LOLO se despidió con sabe a triunfo.,gracias al gran Pocho.

En la hípica, fue fanático del maestro Rodolfo pastor y de Pablo Alquinta y en los últimos tiempos de Tulo Morales.

La música era para de sus intensas pasiones.Era hincha a muerte de los Embajadores Criollos y 10 años atrae logró el milagro de reunir en radio El Sol a Rómulo,Carlos y Alejandro en una jornada inolvidable.

Tenía una colección fabulosa de discos que traía de todas partes del mundo.Y creó un famoso espacioTres en OVACION“,que se pasaba todos los domingos.Sólo de La Flor de la Canela,poseía cerca de 200 discos grabaos por diferentes intérpretes .Pero el que más apreciaba era el de Bola de Nieva.Julio Iglesias,Chabuca Granda,Jose Jose,Feliciano,Roberto Ledesm,Celia Cruz,Fetiche,Toña la Negra,Agustín Lara. Y Olga Guillot figuraban entre sus preferidos.

Pocho no cantaba.Tenía muy mala voz.Pero le gustaba tararear las canciones por lo bajo.No prestaba jamás los discos.

Coleccionaba postales de todos los Estadios del mundo.Tenía por millares los diversos escenarios de cualquier parte.Y su primera preocupación en cuanto salía al extranjero, era buscar discos, revistas y postales.

No leía, devoraba las revistas en un dos por tres,dejando la impresión de que se limitaba a ver solo las fotos.Pero de pronto sorprendía, pidiendo que le recortaran la página 42 de El Gráfico,porque allí había visto una nota sobre el “Maestro“Adolfo pedrera, otro de sus ídolos.

Fue fanático del fútbol Argentino y lector del Gráfico desde que tuvo uso de razón.Se cuenta que una vez un profesor de geografía lo sorprendió en el colegio Recoleta,leyendo ávidamente un texto de este curso cuando ya los alumnos se habían ido de clase.Se acercó a él para felicitarlo por el interés, pero su sorpresa fue mayúscula cuando vio que el texto sólo era pantalla porque dentro del libro estaba El Gráfico.

Habría mucho que es rigor sobre Pocho y sus gustos, aficiones y hobbies.El espacio resulta estrecho, solo queremos terminar con el disgustó que manifestó en Moscú allá por el 72,cuando Lucho Izuzqui compró entradas para el teatro Bolshoi donde ponían en escena La Traviata y deliberadamente excluyó a Pocho diciendo:“No le he compro entrada al gordo,porque después va a estar preguntando contra quien juega la Traviata.Cuando Pocho se enteró, su molestia fue enorme.Y no le quedó más remedio que comprar una entrada de reventada un precio fabuloso.Asi era Pocho,aí era el Gordo,así lo queremos recordar siempre.

Manuel Doria.

Recordando a Pocho. Manuel Doria.

Recordando a Pocho:Manuel Doria.