EL ESPECTACULO PRIMERO
Pocho Rospigliosi
27. Mai 3
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Por :MANUEL DORIA M.
EN REALIDAD ERA UN GRAN ESPECTÁCULO.........
POCHO ROSPIGLIOSI vivía intensamente un partido de fútbol, de basquetbol, de voley, de cualquier otro deporte y tenía pasión por la hípica, pero junto a todo ello había otro POCHO
que se desenvolvía con singular soltura, en el restaurante más caro y exquisito del mundo, que estaba en la primera fila de las mejores plazas de oros, y que vibraba y se
estremecía hasta lo más hondo, escuchando a los "Embajadores Criollos", a la incomparable "Olga Guillot".
Él estaba siempre presente en los más grandes espectáculos, en el LUNA PARK de Buenos Aires o en el MADISON SQUARE GARDEN de Nueva York, en LIDO de Paris y en el TEATRO BOLSHOI de
Moscú, en la SCALA de Milán viendo a Luis Alva y e el MARACANA, aplaudiendo la voz de FRANK SINATRA.
Vivía en realidad para el espectáculo y lo vivía como nadie, intensamente, con una pasión muy propia de su desbordante temperamento y su robusta vitalidad, desplazándose ágilmente
a despecho de sus casi 120 kilos. Apasionado de la comida, tenía en la nutrida agenda que guardaba en su increíble memoria, la lista de los mejores restaurantes del mundo. Allí
estaba "Alfredo" de la vieja Roma, donde se le podía encontrar frente a una tremenda montaña de fetuccinnis, "La Raya" de Buenos Aires, donde despachaba un gigantesco bife en
cuestión de minutos, en la "Due Torri" de Santiago de Chile, donde decía hacían las mejores macedonias del mundo y en el "Vetusto Valencia" de la Gran Vía de Madrid, donde los
hemos confirmado hacen la mejor Paella a la Valenciana de toda España.
Era un gourmet refinado en toda la extensión de la palabra, aunque poco amigo del vino y de las bebidas alcohólicas, mezclaba los tallarines, la carne y la paella con innumerables
botellas de COCA COLA.
En lo deportivo, fue hincha a muerte de "SPORT BOYS" del CALLAO, aunque prefería guardar en silencio, este entrañable cariño a la gloriosa institución rosada a la que aprendió a
querer desde los lejanos tiempos del "CAMPOLO" ALCALDE Y "TITINA" CASTILLO y se acentuó de nuevo cuando apareció El "Tanque" Valeriano López, pero era tal su forma de ver el
fútbol, que muchos lo creía hincha del "Alianza" o de la "U", porque se compenetraba con todos los clubes y jamás tuvo una frase hiriente, ni despectiva para ningún
jugador.
Otro de sus ídolos era el "NENE" Cubillas a quien le dedicó una edición íntegra de su revista OVACIÓN cuando se retiró del fútbol y Héctor Chumpitaz con Miguelito Loayza, en cuya
casa de Buenos Aires estuvo muchas veces, especialmente el año pasado compartiendo una parrillada monstruosa.
También tenía un cariño muy especial para el Gran LOLO FERNÁNDEZ, y a él se debió que en aquella tarde lejana de 1952, el "CAÑONERO", se despidiera del fútbol con tres golazos
en el arco de "Alianza Lima". Esa tarde no iba a jugar "LOLO". El entrenador argentino, José Cuesta Silva, lo había cuestionado y decidió que el juvenil Manuel Arce saliera de
titular, pero POCHO realizó una campaña en La Tercera de La Crónica y el viejo "LOLO" se despidió en olor de triunfo, gracias a POCHO.
En la hípica fue fanático del maestro Rodolfo Pastor y de Pablo Alquinta con J.L. Díaz y en los últimos tiempos de Tulo Morales. La música era otra de sus intensas pasiones,
era hincha a muerte de los "Embajadores Criollos" y de "Alejandro", en una jornada inolvidable que ánimo como en los antiguos tiempos David Odría.
Tenía una colección fabulosa de discos que traía de todas partes del mundo y solo de la Flor de la Canela, poseía 20 discos grabados con diferentes interpretes, pero a los que
más apreciaba era a "Bola de Nieve", Julio Iglesias, Chabuca Granda, José José, Feliciano, Roberto Ledesma, Celia Cruz, "Fetiche", Toña La Negra, Agustín Lara y Olga Guillot,
figuraba entre sus preferidos.
No cantaba, tenía muy mala voz pero le gustaba tatarear las canciones por lo bajo, no prestaba jamás los discos, pero tampoco devolvía los que le prestaban.
Murió La Flor, era su clásica respuesta cuando alguien reclamaba la devolución de su acetato.
Coleccionaba postales del mundo entero, tenía por millares los diversos escenarios de todo el mundo y su primera preocupación cuando salía al extranjero era buscar discos,
revistas y postales.
No leía, devoraba las revistas en un dos por tres, dejando la impresión de que se limitaba a ver las fotos, pero de pronto, sorprendía pidiendo que recortaran la página 2 del
Gráfico, porque allí había visto una nota sobre el "MAESTRO" Adolfo Pedernera, otro de sus ídolos.
Fue fanático del fútbol argentino y lector de El Gráfico desde que tuvo razón. Se cuenta que una vez un profesor de Geografía lo sorprendió en la Recoleta leyendo ávidamente
un texto de este curso, cuando ya los alumnos se habían ido de la clase, se acercó a él para felicitarlo por su interés, pero su sorpresa fue mayúscula cuando vio que el texto
sólo era pantalla, porque dentro del libro estaba "El Gráfico".
Habría mucho que escribir sobre el "Gordo", sobre sus gustos e inclinaciones, sobre sus aficiones y hobbies. El espacio resulta estrecho y sólo queremos terminar con el
disgusto que manifestó en Moscú allá por el 72, cuando Lucho Izusqui compró entradas para el Teatro BOLSHOI, donde ponían en escena "LA TRAVIATA" y deliberadamente excluyó a
POCHO diciendo "NO LE COMPRO ENTRADA PARA EL GORDO, PORQUE DESPUÉS VA HA ESTAR PREGUNTANDO CONTRA QUIEN JUEGA "LA TRAVIATA"; cuando POCHO se enteró, su molestia fue enorme y
no le quedó más remedio que comprar una entrada en la reventa a un precio fabuloso.
Así era el "GORDO". Así lo queremos recordar siempre.
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